El piloto balear duerme con el enemigo en casa
Tensión en MotoGP. Jorge Lorenzo está contra las cuerdas. Acaba de comenzar su andadura en Ducati, pero su mala actuación le ha puesto en el ojo del huracán.
Las percepciones sobre el piloto mallorquín son pésimas. La desmosedici ha mostrado su cara más negativa en relación al pilotaje de Lorenzo.
El balear no se adapta a la nueva moto, más difícil de conducir que la Yamaha. Y teniendo en cuenta el dinero que cobra, podrían precipitarse los acontecimientos.
El salario de Lorenzo (15 millones) está por las nubes y despedirlo antes de hora acarrearía una suculenta indemnización. No quieren llegar a eso, pero tampoco se descarta.
Todavía es muy pronto. Lorenzo tendrá margen de maniobra. Pero ni en los peores presagios hubiesen pensado que lo haría tan mal tanto en Qatar como en Termas de Río Hondo.
El circuito de Losail es uno de los mejores para la Ducati. Así lo demostró Andrea Dovizioso, que hizo el segundo puesto. En Argentina, ambos sufrieron mucho más.
No está a la altura
Lorenzo cruzó la línea de meta 11º en el GP de Qatar y se fue al suelo en el GP de Argentina. Actuaciones demasiado alejadas del sitio que debe ocupar el piloto mejor pagado de la parrilla.
Por todo ello, Ducati ya trabaja un plan para pasar a la acción en caso de que dentro de tres o cuatro meses las cosas no hayan mejorado.
Si deciden prescindir de Lorenzo, con indemnización incluida, volverá un ilustre piloto: Casey Stoner.
El australiano está en la recámara. Él siempre defendió que Lorenzo, por sus condiciones, no encajaba en Ducati.
Marc Márquez o Maverick Viñales tenían más sentido que el balear. Ahora toca rezar. O fulminar.
Fuente: diariogol
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