En el año 2000, una Biblia que posee el Evangelio de Bernabé fue descubierta y guardada en el Museo de Ankara.
Se trata de una edición con más de 1500 años de antigüedad y que intentó ser ocultada por el Vaticano. Esta Biblia posee el Evangelio de Bernabé que se acerca al Islam.
Bernabé, cuyo nombre original era José, fue discípulo de Jesús que lo acompañó en su recorrido. En su Evangelio pone en duda que Cristo "sea el hijo de Dios" y lo coloca en el lugar de ser "otro profeta más".
El texto, escrito en un dialecto del arameo tallado sobre hojas de cuero, tiene sus páginas negras debido a la acción del tiempo, ya que posee más de 1500 años de antigüedad según confirmaron los expertos.
El testamento de Bernabé indica que Jesús no habría muerto en la Cruz, sino que Judas Iscariote lo hizo en su lugar.
También pone el énfasis en que Jesús ascendió vivo a los cielos y que llamó a Pablo "el impostor".
Según este Evangelio, Jesús profetizó la llegada de Muhammed, quien fundaría el Islamismo 700 años después. El texto prevé la llegada del último Mesías islámico, hecho que no ha sucedido todavía.
Se cree que la Iglesia Católica en el Concilio de Nicea, seleccionó los evangelios que formarían parte de la biblia tal como se popularizó, suprimiendo algunos, entre ellos posiblemente el Evangelio de Bernabé, y otros tantos conocidos como "Evangelios del Mar Muerto".