Greg Cundill esperaba encontrarse un terminal de alta gama pero su sorpresa fue mayúscula
Greg Cundill quería tener un móvil de alta gama. Se lo compró pero no le llegó. El joven renovó su permanencia con una compañía de telefonía británica y al escoger terminal se decidió por uno de alta gama. Al llegar la caja y abrirla, su sorpresa fue mayúscula al no encontrar el contenido deseado. Una lata de sardinas y un estropajo sustituían el terminal solicitado por Cundill.
Ahí no queda la cosa. 55 libras había pagado Greg, a través de la página web de la operadora telefónica, por renovar el contrato, extinguir el anterior y diferentes cuotas. A cambio no había recibido por terminal pero sí dos objetos que, bromeando en el periódico The Sun, decía le había salido "un poco caro".