Así decapita un peluche un niño en nombre de Dios

En un vídeo propagandístico del Estado Islámico, un niño degüella a un peluche
No se vierte sangre, sino algodón, y eso hace la escena más horrenda. Un crío, que no alza cuatro palmos del suelo, irrumpe en un cuarto y se abalanza sobre un tierno osito de peluche. En vez de dormir plácidamente abrazada a él, lo que haría cualquier niño de su edad, agarra un enorme cuchillo y empieza a degollar el muñeco.El adulto que graba el vídeo anima sus esfuerzos al grito de "¡Dios es grande!", eslogan que el menor repite.
La bandera negra que emplea el Estado Islámico (IS en siglas inglesas) preside la habitación donde todo ha ocurrido. Los activistas que han difundido este vídeo por Internet, cuya autenticidad no está verificada, no lo fechan ni lo localizan. Las imágenes concuerdan con la estrategia que el IS ha emprendido para manipular a la infancia y convertirla en fieles máquinas de matar al servicio de su burda interpretación del islam.
Bajo el lema 'cachorros de la yihad' el IS ha publicado varios vídeos de menores entrenados como guerrilleros
La organización apocalíptica ha hecho propaganda antes de estas intenciones. Bajo el epígrafe 'Cachorros de la yihad', el IS ha publicado varios vídeos en los que muestra a menores entrenándose como guerrilleros profesionales, practicando ejecuciones con juguetes y hasta llevándolas a cabo con reos. A principios del pasado julio, chavales ejecutaron a tiros a 25 soldados oficialistas sirios prisioneros en el teatro de Palmira.
El fanatismo de muchos de los padres que han arrastrado a sus hijos al auto proclamado 'califato' del IS llega a extremos sádicos. A finales de 2014 la foto de un niño australiano sosteniendo la cabeza de un decapitado, tomada por su orgulloso padre, dejó al mundo en shock. En cambio, se sabe de familias sirias que han huido de sus hogares para evitar ser forzados por el IS a colocar a sus hijos en sus escuelas de formación asesina.
Esta estrategia del IS, dirigida a prolongar en el tiempo su influenciaen sus áreas de dominio del centro de Siria e Irak, está contribuyendo a arruinar una generación entera de niños en este rincón del mundo en guerra. El presidente sirio Bashar Asad también ha hecho de lamasacre de civiles, entre ellos miles de niños, su herramienta de presión contra los alzados. Todos los bandos en liza han empleado a pequeños en tareas de combate.
Más allá, tal y como denuncia Naciones Unidas, los pequeños dentro y fuera de Siria se han visto obligados a trabajar para ayudar al sostenimiento familiar. La explotación laboral de niños se ha vuelto habitual en Turquía, Jordania o el Líbano, y la escuela es un privilegio que casi nadie puede permitirse aunque se quiera. Las fronteras balcánicas están siendo el último foco del drama infantil de los sirios durante estas semanas.
Se estima que 7.5 millones de niños sirios están en necesidad urgente de ayuda humanitaria. La Unicef ha declarado Siria, en guerra desde 2011, "el peor lugar del mundo para ser un niño". El Centro de Documentación de Violaciones en Siria calcula que más de 14.000 menores han muerto en ese conflicto. El futuro pinta turbio porque el presente es amargo y, gracias a organizaciones como el IS,se intenta usar a niños para matar.
Fuente: elmundo.es