Un hombre de 74 años, de Pensilvania, murió después de que le cayera encima la lápida de su suegra, mientras este le hacía algunos arreglitos. El accidente ocurrió cuando Stephen Woytack fue aplastado por la pesada piedra de más de 100 kilogramos, en el cementerio de Pensilvania.
Stephen Woytack y su esposa acudieron al cementerio de Saint Joseph, en Throop, como cada año para decorar por Pascua, el sepulcro de su suegra y de otros parientes, según publicó The Washington Post.
Stephen y Lucy Woytack estaban colocando un adorno religioso en la piedra cuando esta se desprendió y cayó sobre el hombre. "Todo sucedió muy rápido", dijo la señora Woytack a los medios.
Durante años, el encargado del cementerio Ed Kubilus vio las Woytacks visitar la tumba, y los conocía bien.
La mujer le pidió ayuda, pero fue inútil, porque pesaba demasiado.
El hombre trató de levantar el bloque de granito que pesa más de 130 kilogramos, pero no pudo. La policía llegó unos minutos más tarde, pero para entonces ya era demasiado tarde, dijo.
El clima tan cálido "hizo inestable el terreno y la base del monumento", explicó Tim Rowland, forense del condado donde ocurrió el incidente.