Tiene 5 meses y casi la mitad se la pasó con una jarra en la cabeza. Afortunadamente se compadecieron del pobre y fue rescatado.
Se trataba de un perro callejero, que al parecer confundió la jarra con un alimentador del animal doméstico.
Audra Bohannon y su familia vieron al perro y trataron de ayudarlo, aunque el primer intento falló pues el canino corrió asustado. Pero la Sra Bohannon dijo: “Cada noche me iba a la cama pensando en el perro y realmente me sentía mal por lo que tenía sobre su cabeza “.
Semanas después lo rastrearon y con mucho cuidado lo tomaron y con unas tijeras de metal para liberarlo. Ahora Bucket, como lo ha llamado su nueva familia, está bien explica Metro Uk.
“Es increíble pensar cómo este perro tubo un cubo en la cabeza durante dos meses yahora está jugando como cualquier otro perro”, escribió Bohannon.