No se descarta que el pontevedrés hubiese distribuido datos personales o identificativos de agentes de la Guardia Civil
Supervisado por un juez de instrucción de Pontevedra -algunas fuentes señalaron ayer que se trataría del titular del número tres-, agentes de la Guardia Civil de Tráfico han detenido en los últimos días a un pontevedrés que habría pasado avisos de la existencia de controles de tráfico a través de un grupo de WhatsApp. Las fuentes consultadas precisaron que existen sospechas de que este individuo, el primero que habría sido arrestado en todo el territorio nacional en relación con su vinculación con uno de estos grupos, no solo habría alertado a otros usuarios de la presencia de radares o controles de alcoholemia en carretera, sino que habría podido difundir otros datos «sensibles» de los funcionarios del instituto armado.
En este sentido, fuentes judiciales reseñaron que, supuestamente, habría podido emplear esta aplicación de los teléfonos móviles para publicitar y facilitar a otros integrantes de estos colectivos datos personales o identificativos de los agentes. «No se contentaba con informar únicamente de dónde se ubicaban los operativos de control, sino que iba, por así decirlo, un paso más allá de lo que suele ser habitual en estos grupos», precisó un mando de la Guardia Civil de la provincia de A Coruña.
Por el momento, no han trascendido los cargos que se le imputan a este pontevedrés, ni la situación procesal en la que se encuentra tras su arresto por parte del subsector de Tráfico. En principio, eso sí, ya habría comparecido ante el juez instructor, quien habría decretado el secreto del sumario.
En todo caso, en los últimos meses cada vez eran más las voces de oficiales del instituto armado y del Ministerio del Interior que alertaban de la proliferación de estas comunidades de WhatsApp en las que los usuarios se cruzan toda clase de avisos. A modo de ejemplo, en la víspera de este mismo fin de semana varios mensajes alertaban de que el lunes la Guardia Civil, presuntamente, iniciaría una campaña para minimizar la influencia de estos avisos, de tal modo que los controles apenas durarían unos minutos, serían completamente aleatorios y se situarían en carreteras en las que hasta ahora no era habitual ver este tipo de operativos policiales.
Asimismo, en algunas de estas redes se han llegado a distribuir fotografías, ya no solo de los puntos en los que situarían los medidores de velocidad, sino también de los vehículos no rotulados o camuflados que el subsector de Tráfico estaría empleando en las carreteras pontevedresas.
Lo cierto es que la proliferación de estas comunidades, tanto en WhatsApp como en redes sociales del calado de Facebook y Twitter, está generando una creciente preocupación en el instituto armado. Las fuentes consultadas reseñaron que se trata de una tecnología que muestra una doble cara. Por un lado, no dudaron de su utilidad para esclarecer determinados delitos, para comunicar y difundir emergencias y para contribuir a denunciar conductas que infringen la ley. Por otro, reseñaron que se ha demostrado que, en determinadas condiciones, los avisos entre conductores han disminuido la eficacia preventiva de los controles circulatorios, mientras que en otros ámbitos delictivos han contribuido a la difusión masiva de imágenes íntimas de terceras personas.
En este sentido, recordaron que aquellos conductores cazados manipulando el móvil mientras se encuentran al volante de su vehículo se exponen a importantes multas y a la retirada de puntos del permiso de conducir.
Publicado por: lavozdegalicia.es
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