La ONU nombra a Arabia Saudí defensora de los derechos humanos

Un país donde las mujeres no pueden conducir, los periodistas son condenados a recibir latigazos y los hombres crucificados ocupará un cargo "vital" en la ONU.



La ONU ha sido duramente criticada por concederle a Arabia Saudita un cargo importante en el área de los derechos humanos. La ONG UN Watch dio a conocer este fin de semana que Faisal Bin Hassan Trad, embajador saudí en la ONU, fue nombrado presidente de un panel de expertos independientes en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Entre los críticos, que han calificado la designación como "escandalosa", ha destacado Ensaf Haidar, la esposa del bloguero disidente Raif Badawi, sentenciado a mil latigazos y 10 años de cárcel por "insultar al islam a través de canales electrónicos". Haidarha declarado que el nombramiento es "una luz verde para que lo sigan flagelando", según publica'The Independent'. 

UN Watch ha obtenido documentos oficiales de la ONU, con fecha del 17 de septiembre, que confirman la designación. Como cabeza de un grupo compuesto por cinco diplomáticos, el influyente papel deTrad le permitirá seleccionar a los candidatos para trabajar como expertos en los países en donde la ONU tiene un mandato en materia de derechos humanos. Esta organización asegura que esos expertos son descritos como las 'joyas de la corona' del Consejo de Derechos Humanos.

El director ejecutivo de UN Watch, Hillel Neuer, declaró que el nombramiento —que tuvo lugar en junio, pero que hasta ahora no se había hecho público— puede haber sido un premio de consolación para los saudíes, después de que retiraran su candidatura para presidir el consejo de 47 naciones tras la condena internacional por los problemas de derechos humanos en el reino. "Posiblemente, Arabia Saudita tiene el peor récord mundial de derechos humanos en cuanto a libertades religiosas y derechos de las mujeres", ha agregado Neuer.

"Este nombramiento es grotesco", ha comentado a su vezAlexandra El Khazen, que encabeza el departamento de Oriente Medio y África del Norte de la ONG Reporteros Sin Fronteras. "Es indignante que la ONU permita a Arabia Saudita, uno de los peores violadores de los derechos humanos del mundo, presidir este panel", ha agregado.
Condenado a morir en la cruz

Ali Mohamed al-Nimr tenía 17 años y fue detenido en la provincia de Qatif bajo los supuestos cargos de posesión de armas y participación en manifestaciones ilegales. Según Reprieve, una organización que defiende los derechos humanos, estos cargos tienen un trasfondo político,

Los activistas aseguran que Ali fue torturado y obligado a firmar bajo presión una confesión falsa, luego le juzgaron sin ninguna garantía legal y le condenaron a muerte el 27 de mayo de 2014. El proceso de apelación fue a puerta cerrada y él no fue convocado.

"Nadie debería tener que pasar por el calvario que Ali ha sufrido: la tortura, la confesión forzada y un proceso de juicio injusto y secreto, con una sentencia de muerte por crucifixión", aseguró Maya Foa.
Objetivo: llenar Occidente de mezquitas

El régimen saudí se ha negado a acoger cualquier tipo de refugiado en su territorio, pues consideran que es un problema "ajeno" al país. De hecho, a pesar de su cercanía con el foco del conflicto, muy pocos se han atrevido a viajar hacia Arabia Saudí ante el temor de que las consecuencias sean aún peores.

Sin embargo, y a pesar de la nula moral humanitaria, el Gobierno saudita sí cuenta con un proyecto para "integrar" a los musulmanes en Europa: construir miles de mezquitas en toda Alemania. El objetivo es aumentar el capital y lograr la expansión del islam por todo Occidente. No hay más que comparar las cifras entre el número de mezquitas proyectadas y los musulmanes recién llegados a Alemania para comprender que se trata de algo más que "una ayuda al rezo". Si el plan se cumple y la canciller Angela Merkel da luz verde al proyecto, habrá una mezquita por cada cien refugiados.

Fuente: gaceta.es