Una joven anoréxica cuenta cómo vivía con solo 13 calorías al día

Lydia Davies tenía 18 años cuando llegó a la universidad y se sumó entusiasmada a la vida estudiantil. Los excesos de noches de borrachera la sumieron en una vida desordenada que la hundió en la anorexia. La joven que ahora tiene 23 años ha contado en un libro cómo llegó a bajar drásticamente de peso al solo consumir 13 calorías al día.


"Hubo momentos en que pensé que iba a morir, pero yo no sabía qué hacer - no podía ignorar las voces que me decían que no comiera", cuenta en el libro Lydia Davies.
La joven británica ha explicado que estudiaba moda en 2010 y una noche salió con alguien.
Era la segunda vez que estaba con alguien, pero me sentí avergonzada de mi cuerpo. El sentimiento de odio  a sí misma alteró su apetito.
"Empecé a tratar de comer muy sano para contrarrestar cómo me sentía. Vivía en una residencia de estudiantes que no ayudó. Me empecé a sentir incómoda cuando comía delante de otras personas",ha contado al tabloide británico Mirror.
Fue entonces, que comenzó a comer apenas nada. Vivía de refresco light y tres cucharadas de sopa de espárragos.
 Una vez, sintió que se referían a ella llamándola la flaca y eso la hizo sentir bien. Entonces pesaba 30 kilogramos
Lydia Davies reconoce que su imagen extremadamente delgada le gustaba.
Ante la posibilidad de terminar en el hospital y para no ser obligada a ir la joven terminó sufriendo de bulimia.
Se asustaba cuando se miraba en el espejo y veía su imagen, se asustaba. Así para purgar su culpa cayó en el alcoholismo.
"Me gustaba beber en secreto en mi habitación, dos botellas de vino al día. Mis padres encontraron 40 botellas bajo mi cama que había escondido."
Lydia Davies, sin embargo, parece haber encontrado el camino de regreso del abismo. "He roto el ciclo. Mi novio Pablo me ha ayudado. Ya no me peso, pero tengo una talla 10 o 12 y consumo 1.500 calorías al día."
Sin embargo, la joven reconoce su lucha diaria y la convivencia con las secuelas que le dejó la anorexia.
"Yo sé que tendré problemas a largo plazo debido a mi anorexia. Tengo problemas de rodilla y de cadera. Puedo sentir que mis huesos son débiles. Incluso aún cuando como fuera me siento culpable. Todavía siento las voces de la anorexia, sólo he tenido que aprender a ignorarlos."
Con su libro, esta joven, cree que ayudará a otras personas que se encuentran en la situación que ella vivió.
"Ayudará a otros jóvenes a reconocer sus propios problemas de alimentación, así como a tener una mayor comprensión de la anorexia. Muchos amigos y gente que conozco me han mostrado gran simpatía, interés y preocupación, sin ser juzgada. Me siento tan afortunada por esto. Estoy realmente sorprendida por la compasión de la gente".
Fuente: cuatro.com

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